lunes, 17 de julio de 2017

RECORDAR A MIGUEL ANGEL BLANCO, O LA INDECENTE EXHIBICIÓN DE LA HIPOCRESÍA


Quienes están moralmente huecos nos obligan a sufrir eternamente por los que consideran suyos, mientras humillan a las vÍctimas de las que son responsables.
Nos han impuesto la solidaridad con Miguel Ángel Blanco, todo el país, de izquierdas y de derechas, unido por su asesinato de nuevo tras 20 años. Forzados por la opinión pública a asistir a los actos en su nombre… porque solo en su nombre se hacía el acto.
no eran actos en memoria de cualquier asesinado por el franquismo, ni de cualquier asesinado por los GAL, ni de cualquier asesinado por los diferentes grupos terroristas fascistas ya en democracia, ni de cualquier asesinado por los cuerpos y fuerzas del Estado en la transición… y si nos salimos de ahí ni en memoria de cualquier mujer asesinada por su pareja, ni homosexual asesinado por neonazis…. no de nadie más que los que comulgaban con sus ideas.
Solo él, Miguel Ángel Blanco, este hombre ¿hizo algo más que el resto de asesinados? Morir. No, el resto lo hizo la sociedad, la sociedad se solidarizó con él, toda la sociedad salió a la calle a llorar en su nombre, a pedir por él, sin cuestiones políticas de por medio, sin críticas a la acción del gobierno que siempre ayudó a mantener la violencia por no querer afrontar ETA como un problema político, pero a pesar de todo lo que se puede hurgar en la herida la gente se unió contra la muerte de una persona inocente.
Pero ¿y ellos?, y los que si gozaron de la solidaridad de la sociedad, que la utilizaron como apoyo a su ideología… Esta gente que hace concentraciones propias y partidistas en memoria de un asesinado, como tantos otros, pero de uno en concreto, su amigo, su “martir”, obligan al resto a ser quienes de nuevo les demos nuestros mejores sentimientos, “porque han pasado 20 años” dicen… y ¿qué?, más han pasado de los asesinados por el franquismo y no les dejan ni existir, tampoco a los de los Gal, a los de la transición, a los desaparecidos por la represión del Estado… No, con esos no hay solidaridad que valga, a esos ellos no les lloran, a esos traidores a “su patria” no se les permite, ni tan siquiera, un mínimo de respeto, les insultan, humillan, bejan y patalean todo lo posible para mantenerlos escondidos en las cunetas, sin reconocerles el más mínimo derecho, ni a sus familias.
Presionan a la Sra. Carmena a que asista a su acto en memoria de Miguel Ángel, quieren que de nuevo les llore a sus muertos, los de su ideología, y que ahora se haga uno por uno, que si no nos despistamos con la corrupción, y así aprovechar la situación para despreciarla, silbarla, insultarla… otra vez, todo de nuevo.
Pero cuando es su responsabilidad, cuando ellos, el partido regenerado tras la dictadura, muestran su vileza, su odio, su falta de la más mínima empatía con quien ya está sometido y excluido, y estas personas sin moral se permiten el juego hipócrita de obligarnos a llorar a Miguel Ángel Blanco mientras ellos le exigen a la familia del fusilado Timoteo Mendieta que se paguen ellos la exhumación de su muerto, pues es solo suyo, de su familia y quien quiera pagarlo.
Son tan ruines que para humillar a la victimas que ellos han causado les piden hasta los 2000 cochinos euros de su exhumación, no se les ocurre mayor humillación, algo que jamás harían con Marta del Castillo y su interminable búsqueda, o con la repatriación de los ayudantes que mandaron a los nazis en la II Guerra Mundial.
Pero ellos lo saben, han conseguido algo muy grande, pues Miguel Ángel es de todos, pero Timoteo no es de nadie. “El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”.

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