martes, 2 de enero de 2024

NETANYAHU EL HERODES DEL SIGLO XXI

 

        Cuenta la Biblia que cuando aquellos reyes magos  – que  ni reyes ni magos fueron, sino buscadores espirituales y astrólogos honestos – contaron al rey Herodes la noticia del nacimiento en Belén de un rey de los judíos, este mandó inmediatamente a sus soldados a degollar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén. ¿Cómo iba a permitir Herodes  tamaña competencia en esa Palestina  ocupada miliarmente y convertida en su propiedad privada? (¿Les va sonando?).

Desde que comenzó el genocidio de Gaza, al menos nueve mil niños y niñas con sus madres  han sido asesinados con la misma intención que la de Herodes de no permitir competencia por el territorio de Palestina. Israel lo quiere  sin  árabes, preferentemente si son  niños y sin mujeres que puedan procrearles: Un programa de exterminio selectivo de la peor especie concebible por un humano y menos aún por un animal con los de su propia familia.

Madres gestantes, niños en incubadoras, neonatos y de cualquier edad y sexo al alcance de las bombas sionistas son asesinados día tras día, hora tras hora y sin descanso a la vista de la humanidad entera que mira pasmada, incrédula, atónita o indignada semejante crimen repetido sin cesar y  sin otro límite que la muerte de todos los niños y niñas de Gaza y Cisjordania. No son daños colaterales, sino blancos siniestramente  programados. No son guerreros de Hamás, no representan peligro alguno para los genocidas, salvo uno: el de existir.

    Los pequeños y pequeñas palestinos y sus madres son los “santos inocentes” de nuestra Era. Y qué tremendo resulta que este genocidio de inocentes lo sea  por razones semejantes al del sádico Herodes, imitado con creces por el sádico Netanyahu, que pasará a la historia de la humanidad como el mayor criminal que ha conocido la raza humana en millones de años.  Nunca como en esta ocasión el discípulo de un criminal supera a su maestro con tal ventaja  que solo se puede medir en ríos  de  sangre que fluyen sin interrupción hacia el mar.

Herodes estuvo solo y le bastó con unos pocos esbirros con espadas, porque ¡es tan fácil matar a un niño!.. Ahora la técnica he mejorado: es  más fácil asesinar niños a gran escala desde  un avión, y con ayuda de la inteligencia artificial acertar  con precisión milimétrica en cada cabecita, en el vientre de cada madre gestante o en la zona de incubadoras de neonatos en un hospital. Y da igual que huyan al sur o busquen refugio en uno u otro sitio: todos los lugares con refugiados son blancos fáciles y sin riesgos.

Asesinar  con todas las facilidades y sin riesgos para el asesino de ser acusado ni juzgado por contar con la complicidad de los gobiernos occidentales da mucha seguridad y permite elegir a las víctimas con toda tranquilidad.

La masacre de Palestina se contará a las nuevas generaciones como el suceso más horrendo acaecido en el siglo 21 y deseo de todo corazón que conste en los libros de texto futuros un mensaje parecido a este: En las navidades del año 2023, siendo emperador de Occidente un tal Biden, inició junto a un tal Netanyahu, su ahijado sionista de Israel, un programa de limpieza étnica apoyado por los  gobiernos del  imperio  desoyendo el clamor popular pidiendo paz. No fue posible la paz  ni en Navidad, en que se  celebra  el nacimiento de Jesús de Nazaret con su mensaje de PAZ y AMOR que también  desoyen  y desprecian.

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