Los
Borjamaris y las Sorayas de Nuevas Generaciones, cachorros de la derecha
carpetovetónica, andan un poco desatados. Amenazan con denunciar al profesorado
que utilice la tarima a modo de minarete, cual ulema, para el adoctrinamiento.
Viendo su campaña «Me quieren adoctrinar. Que no te líen» pudiera dar la
impresión de un laicismo de tinte liberal tardíamente sobrevenido. Pero no van
por ahí los tiros, no. A los hechos me remito.
Hace
escasos días dos matemáticos dos, el físico Juan Carlos Gorostizaga, profesor
de la Universidad del País Vasco y Milenko Bernadic, doctor por la Universidad
de Murcia aseguraban que la Tierra no se mueve sino que es el Sol junto al
resto del Universo los que giran en rededor nuestro. Ni orbita alrededor del
Sol ni rota sobre sí misma, es el firmamento al completo el que se mueve.
Nuestro compatriota, además, afirma que fue creada ex nihilo por un dios en
seis días hace 6.000 años, mes arriba mes abajo, como nuestros antecesores Adán
y Eva. También que nos portamos mal y que hubo un diluvio del copón, etcétera.
Poco
después, la profesora Gloria Casanova de la Universidad Cardenal Herrera-CEU
(fundada por la Asociación Católica de Propagandistas) declaraba a su alumnado:
«aunque tu marido te sea infiel, la verdadera prueba de amor es seguir amándole
con lágrimas en los ojos, como Jesús lloraba en la cruz» afirmando, a renglón
seguido, «las mujeres maltratadas no deben separarse porque eso es amor» , para
la profesora que imparte Doctrina Social de la Iglesia en la carrera de
Periodismo, «el aborto en el caso de violación no es tolerable porque dentro de
lo terrible de la violación sacas algo bueno, que es un hijo, un don de Dios».
Así
que ya sabéis, queridas mías, si os violan que lo hagan, si no con amor, al
menos de manera concienzuda y generosa, al tiempo que rogáis a Dios que la
violación haya sido productiva. Que venga con regalo. Rematando la faena
afirmó, la tal Gloria, la existencia de supuestos estudios «que demuestran que
los niños de padres homosexuales tienen más trastornos de personalidad» pero
ella, tan católicamente llena de caridad, siempre dejando una puerta a la
esperanza afirmó con fe ciega que «la homosexualidad se puede reconducir». Así
lo dice su conmilitón en el espíritu de Cristo y Decano de la Facultad de
Psicología de la Universidad de Sevilla, Antonio Aguilera Jiménez, que lejos de
rechazar a quienes padecen la psicopatología de la homosexualidad, los
comprende y los cura.
Para
los Borjamaris y las Sorayas, los hechos anteriormente descritos -geocentrismo,
creacionismo, monoteísmo, machismo, homofobia- no constituyen adoctrinamiento y
sí, la enseñanza de sus contrarios, -ciencia, ateísmo, feminismo, sexualidad-.
Aquellos son pertenecientes al Orden Natural de las cosas instaurado por Dios
hace 6.000 años, semana arriba, semana abajo; y, éstos, al Caos que
reiteradamente es promovido por los enemigos de España. Armados con la Doctrina
de la Iglesia, Borjamaris y Sorayas denunciarán a quien se atreva adoctrinar
mediante la falsa razón laica.
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