lunes, 24 de octubre de 2016

SALVADOR ALLENDE, EJEMPLO PARA LOS SOCIALISTAS ESPAÑOLES


A primeros de octubre la dirección del PSOE entraba en Ferraz con el dorsal de un Comité Federal unánime en el “no es no” al gobierno del PP, y antes de terminar el mes salía otro PSOE abierto en canal al virar en redondo hacia el “si” a Mariano Rajoy. Con una triple fractura: orgánica (139 votos favor de abstenerse frente a 96); territorial (todo el PSC en contra de la investidura) y de militancia (se ignoraron las más 90.000 firmas recogidas contra el pucherazo de los barones). Y para más inri, con la protesta de muchos afiliados y simpatizantes ante la sede en señal de pública repulsa. Parecía que, por obra de la gestora, el espíritu de la Casa del Pueblo hubiera mutado en Casa Cuartel, Todo por la Patria.
Al final, como ya esperábamos y sabíamos casi todos, se consumará la gran traición. El partido Socialista Obrero Español se abstendrá para que Mariano Rajoy siga siendo el presidente del gobierno. O lo que es lo mismo. El Partido Socialista Obrero Español se abstendrá para que nada cambie, para que todo siga siendo como ha sido hasta ahora. Los que pidieron el voto para luchar contra la corrupción, para eliminar la LOMCE y la Ley Mordaza, para que ninguna persona en este país se quedara sin techo (aunque la mitad ya se habían quedado sin él precisamente por culpa de ellos: aún recuerdo a la ministra Salgado diciendo que los suelos de las hipotecas daban seguridad al sistema económico español), los que se vendían a la opinión pública como los únicos que podían parar a una derecha despiadada y absolutamente deshumanizada, los que, en definitiva, nos proponían limpiar de mierda este país, los van a ayudar a perpetuarse en el poder y van a permitir que la mierda siga campando a sus anchas.
En la introducción al programa electoral con el que el PSOE se presentó a las elecciones de junio se podía leer el siguiente párrafo.
“Después de cuatro años de gobierno de la derecha, el cambio es necesario y urgente. Un cambio que una. Que repare a un país fracturado social y territorialmente. Que reconcilie a la sociedad con sus instituciones democráticas. Que nos vuelva a encaminar al diálogo y al acuerdo como forma normal de la política. ”
Cuatro meses después, todos sabemos que esas palabras no sirven para nada. Este país volverá a padecer la lacra de un gobierno conservador dirigido por un gran inepto, Mariano Rajoy Brey. Y todo ello se lo debemos a los hombres y mujeres del Partido Socialista, el partido que fundó un tipógrafo hace 120 años para defender los intereses de los trabajadores, de los desfavorecidos, de los pobres, de los parias de la tierra. Pero ahora, en octubre del año 2016, ese mismo partido, está más por la labor de defender los intereses de los ricos, de los del Ibex35, de los que no pagan sus impuestos, o de los que usan las tarjetas black. Así es la vida.
Con esta abstención completan definitivamente su viraje a la derecha. A partir de ahora los socialistas nunca más podrán hablar de socialdemocracia, de izquierda, de igualdad, o de justicia social. O mejor dicho, podrán hacerlo, faltaría más. Pero nadie en su sano juicio volverá a creerlos. Nadie confiará en la palabra de un socialista, porque están demostrando que esa palabra carece por completo de valor.
No se equivocan quienes afirman que este domingo 23 de octubre se ha vivido un momento histórico en la calle Ferraz . Al resolver votar por la abstención los barones del PSOE han dado un enorme vuelco político ; por primera vez , en su larga historia partidaria, la élite dirigente entregará la llave del gobierno al presidente de un partido conservador calificado por instancias policiales como una organización criminal .
Pero eso no es todo, ni mucho menos, la decisión del “Susanismo” tendrán inevitablemente efectos sísmicos porque profundizará la profunda crisis que vive el Partido y colocará a sus militantes en una grave encrucijada.
A pesar de los arrestos de independencia de los socialistas catalanes, todo indica que la inefable Susana Díaz impondrán la disciplina partidaria y los diputados partidarios del No es NO terminarán bajando la cerviz (pese que sus votos superaron el 40 por ciento del Comité Federal).
Al fin y al cabo, la mayoría de estos diputados necesitan sus cupos parlamentarios para sobrevivir políticamente : o por lo menos eso creen.
La siguiente historia puede demostrar que la cobardía política muy pocas veces da beneficios; ocurrió allá por el año 1952 en un pequeño país - ubicado en el culo del mundo- cuando un socialista llamado Salvador Allende se atrevió a saltar la disciplina de su partido.
En esa época el Partido Socialista de Chile decidió apoyar en las elecciones presidenciales a un ex-militar populista y de centro derecha , el general Carlos Ibáñez del Campo; el entonces senador Salvador Allende se resistió acatar esta resolución que calificó de oportunista y falta de principios.
Fue un momento difícil; había que dividir el partido que ayudó a fundar, pero el Doctor Allende se atrevió y dio el salto, cruzó el Rubicón. Se fue del Partido Socialista oficial, formó el Partido Socialista Popular, se unió a otras fuerzas de izquierda y se presentó a las elecciones como candidato a Presidente. Obtuvo un magro 5,4 por ciento, pero logró levantar una alternativa contra la oligarquía criolla. En las siguientes elecciones perdió por solo 10 mil votos la presidencia de la República que finalmente ganó el 4 de Septiembre de 1970: su triunfo fue producto de la perseverancia, honestidad y consecuencia política.
Visto lo visto, los diputados socialistas del NO la tendrán muy difícil de ahora en adelante. La abstención del “Susanismo” no solo implica que gobierne Rajoy también involucra votar a favor de los presupuestos generales y la consiguiente política de recortes impuesta por Bruselas.
Por tanto, son farisaicos aquellos que argumentan que harán una oposición dura a Rajoy . En España el presidente del gobierno tiene la potestad de llamar a elecciones cuando estime conveniente.
Este puro hecho coloca una espada de Damocles al PSOE, porque si Rajoy ve que sus leyes no son aprobadas, tardará muy poco en llamar a nuevos comicios dejando al PSOE en una posición irrelevante.
No nos engañemos, la resolución del Comité Federal es una rendición en toda regla. Es el primer paso para un gobierno que en la práctica será un “gobierno de gran coalición del PP, PSOE y Ciudadanos” .
Después de mucho juego de media cancha el equipo del IBEX 35 ganó por goleada, lo que pasó es que el maletín y las puertas giratorias se pasearon por los camarines de un equipo contrincante que dejó la portería descubierta.
¿En estas circunstancias que pueden hacer militantes y dirigentes de base del Partido Socialista Obrero Español? Parece que a esta altura del partido las explicaciones torticeras ya no valen para los votantes. Se acerca la hora de las definiciones.
¿Serán capaces los socialistas españoles de dar el salto que dio en su momento Salvador Allende? No lo sabemos, tampoco sabemos si existe el coraje político de Allende en algún dirigente importante español.
Que les quede muy claro a todos los socialistas que el próximo fin de semana, cuando con su abstención cobarde y mentirosa, sus diputados permitan que Mariano Rajoy pueda volver a formar gobierno, estarán dando un sí como una catedral a la corrupción, a la desigualdad, a la injusticia social, a la mentira y al dolor de varios millones de personas que han sufrido el shock neoliberal de los últimos años.
Que les quede muy claro: el pueblo español no les perdonará jamás esta trascendental traición.
Sin embargo , también creo que está cerca el día que la militancia recupere la dignidad socialista, esa dignidad inquebrantable, del obrero tipógrafo que fundó el partido.

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