miércoles, 11 de enero de 2017

ESPERANDO A SUSANA


Trabajan de sol a sol hasta cargar 22.000 kilos de naranjas en un camión, duermen en almacenes por los que pagan 100 euros por persona al mes, son trasladados en autobuses a cualquier punto y cobran 25 euros por diez horas de trabajo diario, cuando el convenio establece un mínimo de 42,63 euros por una jornada de seis horas y media.
No, no les hablo de Albania, o de Marruecos, o de cualquier país donde todavía existe la esclavitud, les hablo de Andalucía. Les hablo de una región que lleva gobernada casi cuarenta años por el Partido Socialista y que tiene como presidenta a Susana Díaz. Les hablo de la región con más paro de Europa según los informes de Eurostat, con un 36% que alcanza el 66% en paro juvenil.
Les hablo del pueblo andaluz, trabajador, sometido, siempre explotado, que merece una vida mejor. De un pueblo que sigue siendo emigrante porque cuatro décadas después, la sucesión de gobiernos socialistas, no ha sido capaz de implementar un cambio en el modelo productivo que haya creado empleo de calidad. Les hablo del pueblo andaluz cuyo 42,3% está en riesgo de pobreza y de exclusión social según denuncia la Red Andaluza de Lucha contra la Pobreza. Sí, 3.544.175 personas en riesgo de pobreza.
Les hablo de una Andalucía que lejos de haber cambiado la estructura de la propiedad, sigue bajo el poder del latifundio. Un 3% de propietarios acumulan el 53% de la tierra. De tal manera que 80 familias ricas acaparan 100 millones de euros procedentes de la Política Agraria Común (PAC), de las cuales 13 ostentan títulos nobiliarios. La PAC es la mayor política de ayudas de la Unión Europea, absorbiendo el 40% del presupuesto de la Unión. Pues bien, ya en 2013, el estado español recibió 7.248 millones de euros, de los cuales 2.000 fueron a parar a Andalucía.
¡Andaluces, levantaos, pedid tierra y libertad! dice el himno escrito por el gran Blas Infante, hoy más vigente que nunca. Y así tendrá que ser para romper las cadenas de un cautiverio que obliga a muchas magnificas familias andaluzas a vivir sin subsidio de desempleo o con la miseria de 400 euros por trabajador. La pregunta es: ¿Por qué no se ha hecho la reforma agraria necesaria tras cuatro décadas de gobiernos socialistas?
Trazo estas pinceladas de una realidad que rompe los ojos para destacar a modo de denuncia como la presidenta de la Junta de Andalucía junto con otros presidentes de comunidades autónomas parece dedicar excesiva atención y tiempo a los problemas de su partido estatal cuando tiene una comunidad rota, fracturada, muchos de cuyos habitantes viven en permanente emergencia. Y para destacar asimismo que con semejante cuadro de indicadores sociales cómo puede pensarse cabalmente que la señora Díaz pueda ser la lideresa que necesita el PSOE, si es incapaz de impulsar el desarrollo que merece Andalucía. ¿Cómo después de 30 años de generosas ayudas de la UE y de otras regiones del estado Andalucía siga en el furgón de cola?
En 1982, el presupuesto total del gobierno andaluz fue de unos 17 millones de euros. En 2012, más de 32.000 millones. En conjunto, se ha podido calcular que el gobierno socialista de la Junta de Andalucía ha podido manejar cerca de 160 billones de pesetas desde 1982, casi un billón de euros (sumadas las ayudas europeas).
Nunca jamás dispuso Andalucía de una riqueza tal para favorecer su propio desarrollo. En educación, es sabido que Andalucía ocupa la última plaza en calidad en España y que incluso está entre las últimas regiones en equidad educativa. En sanidad, es la última región del estado en camas por habitante y en número de profesionales sanitarios, con la mitad de hospitales que Cataluña.
Susana Díaz pasa más tiempo conspirando dentro de su partido para conquistar el poder del PSOE, cuando su Andalucía padece males estructurales que necesitan toda la atención. Lean estos datos avalados por estudios de Unicaja: 1. Andalucía está a la cabeza del paro en el estado español; 2. Andalucía está en los puestos de cola de PIB del estado; 3. Andalucía está entre las últimas regiones del estado en cuanto a convergencia real con Europa; 4. Andalucía está en los puestos de la cola de salarios, es la penúltima en salario medio anual sólo por delante de Extremadura; 5.Andalucía está a la cola de los salarios femeninos; 6. Andalucía tiene las pensiones más bajas en todas sus categorías; 7. Andalucía tiene una prestación media por desempleo de las más bajas del estado; 8. Andalucía tiene un umbral de la pobreza de los más altos del estado; 9. Andalucía, entre las primeras del estado español en hogares con dificultades para llegar a fin de mes; 10. Andalucía, entre las últimas CC.AA por nivel de renta; 11. Andalucía presenta importantes carencias de factores de bienestar como vacaciones, ordenador personal, calefacción, coche; 12. Andalucía se encuentra a la cola del estado en plazas y residencias para ancianos; 13. Andalucía está entre las últimas regiones de España en actividades innovadoras por empresas; 14. La temporalidad del empleo andaluz es once puntos superior al resto del estado. Está en torno al 35 por ciento. Casi 1.400.000 asalariados andaluces cobran por debajo   del salario mínimo anual    en datos de 2011 y por lo menos dos de cada tres asalariados andaluces son efectivamente mileuristas. Las provincias con salarios más bajos son Jaén, Huelva y Almería; 15 . Andalucía era, en datos de 2010, la segunda comunidad de España en niños pobres.
Con estos datos y dejando por una vez a un lado el robo de los ERE, ¿cómo es posible que Susana Díaz se presente como la lideresa necesaria del PSOE para conquistar un día el gobierno del estado español? ¿No sería mejor que se dedicara a gobernar con eficiencia y eficacia a una comunidad que cuenta con un magnífico pueblo y un muy mal gobierno?
La respuesta que espero a este artículo es: ¡Pero el PSA gana todas las elecciones andaluzas! Y es verdad. Se me ocurren varias respuestas, ninguna de las cuales supone una atenuación de su responsabilidad en la situación de pobreza y exclusión social que vive la región. La primera es que con el Partido Popular sería peor. Aseveración que no atenúa la responsabilidad del PSA; la segunda es que el partido gobernante tiene una buena maquinaria que llega a los últimos rincones y frece “seguridad frente a la incertidumbre que supondría una Junta en manos del PP”. Mucha gente en Andalucía no está dispuesta a pasar de Guatemala a Guatepeor; una tercera respuesta es que los diferentes tipos de subsidio generan una seguridad mínima en muchas familias que temen perderla. Está bien el subsidio, desde luego, pero mejor sería crear empleo y desde luego poner en marcha una renta básica universal; una cuarta respuesta tiene que ver con el hecho de que muy frecuentemente el empobrecimiento no impulsa rebeliones sino resignaciones. No es un problema andaluz, lo es también de Galicia, de Extremadura…lo he visto en muchos países del mundo.
Junto a todo lo anterior hay que reconocer que Izquierda Unida nunca obtuvo del pueblo andaluz la confianza que podía esperar gracias a sus méritos antifranquistas. La incógnita ahora es saber si Podemos podrá antes o después sustituir al PSA. No es fácil, ya que muchos años de dependencia de un partido crea relaciones difíciles de superar y romper.
El caso es: ¿Susana Díaz es la persona que puede salvar al PSOE y a España? ¿No sería mejor que dedicara sus capacidades a rescatar Andalucía del atraso en que viven las mayorías sociales? La Andalucía de Blas Infante no se merece gobiernos mediocres ni presidentes/as que la utilizan para encaramarse en otros poderes.
Dicen que a Susana Díaz la esperan en Madrid. En Andalucía le llevan tiempo esperando.

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