viernes, 20 de marzo de 2015

LA IGLESIA Y LA ENSEÑANZA

La Iglesia institucional española es, desde hace ya demasiados siglos, un auténtico poder fáctico que trata de imponer sus dictados a la sociedad. Cuenta en la actualidad con 11 cardenales, entre ellos seis con capacidad de decisión en la elección de un futuro papa, con 70 obispos, de una media de edad de 65 años, con 60.000 religiosos y unos 22.000 sacerdotes. En el terreno de la enseñanza la Iglesia gestiona unos 2.500 centros educativos concertados que escolarizan a más de un millón y medio de alumnos, así como 14 universidades con más de 80.000 estudiantes. Cada domingo en las iglesias los clérigos, durante la predicación, guían por el buen camino a los fieles, les proponen directivas de vida, y criterios morales. La Iglesia española cuenta también con una larga y tormentosa historia, que en el siglo XX se ha visto profundamente marcada por el nacional-catolicismo.

Las religiones únicamente deberían tener cabida en las instituciones educativas para ser estudiadas científicamente.

En la lenta transición de nuestro país a la democracia ha habido contribuciones progresistas importantes, algunas protagonizadas por eclesiásticos, entre otros por el cardenal Vicente Enrique y Tarancón, pero en general la Iglesia institucional española ha virado con Antonio María Rouco Varela, que ha sido 20 años arzobispo de Madrid y 15 años Presidente de la Conferencia Episcopal, a posiciones fundamentalistas, retrógradas, que han servido de impulso a los nuevos movimientos eclesiásticos que encarnan hoy el conservadurismo cristiano: Opus Dei, Legionarios de Cristo, Kikos, Carismáticos, Focolares, en fin, Comunión y Liberación, una organización ésta última fundada por el sacerdote Marcial Maciel, pederasta y polígamo, que se vio directamente alentada por el papa Wojtila.

El pasado martes 24 de febrero el Boletín Oficial del Estado ha publicado los contenidos de la asignatura optativa de Religión elaborados por la Conferencia Episcopal Española para la enseñanza primaria y secundaria, una asignatura que se imparte a lo largo de la escolaridad obligatoria en virtud de los acuerdos suscritos en 1979 entre el Estado español y la Santa Sede.

En el texto los obispos subrayan los enunciados que expresan el espíritu de la asignatura, y las grandes líneas de los contenidos sobre los que serán examinados los estudiantes. La calificación final de los alumnos figurará en el expediente académico, tendrá un peso en la nota media, y puede resultar importante para la obtención de becas. Se calcula que más de tres millones y medio de estudiantes cursarán esta asignatura de religión impartida por profesores seleccionados directamente por las autoridades eclesiásticas, en su mayoría sacerdotes y religiosos, pero financiados por el Estado, lo que supone cada año un desembolso de unos 700 millones de euros salidos de las arcas del Estado.

Los Estados europeos son en su gran mayoría Estados secularizados, laicos, en los que se respeta, y se hace respetar, la libertad de creencias y de cultos, son Estados emancipados de las religiones y de sus doctrinas. La inclusión de la asignatura de religión católica en las escuelas de nuestro país no deja de ser una un anacronismo incompatible con los valores democráticos, y con un estatuto sólido de ciudadanía. Las religiones únicamente deberían tener cabida en las instituciones educativas para ser estudiadas científicamente. Se podría y debería abrir un espacio para el estudio comparativo de las religiones, para la historia de las religiones, por ejemplo, pero la enseñanza moderna, científica, se encuentra en las antípodas del adoctrinamiento religioso. Confundir la escuela con los centros de catequesis es un grave error que urge subsanar cuanto antes.

Nuestros gobernantes de turno, impulsados por el ala más conservadora y más reaccionaria del Partido Popular, bajo el manto protector de una nueva ley educativa, la Lomce, se han atrevido a poner el Boletín Oficial del Estado directamente al servicio del dictado de los obispos. La casta clerical impone así su ley sobre los ciudadanos gracias a la dejación de funciones de quienes deberían velar por los intereses de todos.

Son los mismos que permiten que la mezquita de Córdoba, y otros muchos templos y monumentos, que pertenecen al patrimonio material y cultural de todos los españoles, pasen a ser inscritos en los registros de la propiedad como bienes de la Iglesia. A la hora de votar los ciudadanos deberíamos ser más conscientes de que entregar la confianza para la gestión del espacio público a partidos que sistemáticamente ningunean el patrimonio común, y desprecian a los electores relegándolos al estatuto de feligreses, es una opción equivocada, pues atenta contra el interés general.

La laicidad, que no es otra cosa que la democracia, y los derechos humanos, son valores conquistados que se sitúan por encima de cualquier creencia religiosa.

Introducir el adoctrinamiento religioso en la escuela implica retornar a la vieja dialéctica entre fieles e infieles, amigos y enemigos, justos y pecadores, cristianos y paganos. Implica también ceder al empuje del irracionalismo y del pensamiento mágico-mítico. De este modo el fundamento de la convivencia, la soberanía nacional, la ciudadanía, salta por los aires para dar paso a una mitología pre-política que condena todo lo que es exterior a ella a la irrelevancia, pues el orden del mundo se convierte en el orden de lo temporal, caduco y perecedero. La voluntad de Dios se impone sobre la voluntad general. La luz de la fe no deja espacio para el desarrollo de la razón.

Para comprobarlo basta recurrir a la propia retórica de la que hace alarde la Conferencia Episcopal que acaba de dar luz verde a los programas de la mencionada asignatura. Niños y niñas, en las escuelas de nuestro país, han de enfrentarse a misterios como el de la Santísima Trinidad, la Virginidad de María, la presencia de Cristo en la eucaristía, la creación divina del cosmos, y la resurrección de la carne. Las religiones se pierden en los laberintos de misterios insondables, mientras que los científicos tratan de adentrase en territorios desconocidos para acceder al conocimiento de la verdad.

A partir de ahora programas impartidos por miembros de una organización piramidal, jerarquizada, que relega a las mujeres a posiciones subalternas, una organización que esperó hasta 1853 para sacar a Copérnico del Índice de libros prohibidos, introducirán en las aulas, y en las conciencias de los niños y de los jóvenes, la vieja dialéctica heredada entre creyentes e infieles. Retorna un mundo encantado marcado por el temor y el temblor. De momento los programas elaborados por los obispos nos indican que Dios ha creado al ser humano para ser feliz en relación con Él y que quienes prescinden de Dios viven en el pecado.

Este rechazo de Dios tiene como consecuencia en el ser humano la imposibilidad de ser feliz. A los agnósticos, a los ateos, e incluso a los estudiantes que en lugar de la asignatura de religión elijan otra alternativa, concretamente la asignatura de Valores sociales y cívicos, les espera la infelicidad en este mundo, y la condena a las tinieblas exteriores más allá.

La laicidad, que no es otra cosa que la democracia, y los derechos humanos, que reposan en el reconocimiento de una común humanidad, son valores conquistados socialmente que se sitúan por encima de cualquier creencia religiosa. La plena integración de esos valores en nuestro ordenamiento jurídico-político una vez más tendrá que esperar.

La Conferencia episcopal española, con la aquiescencia del gobierno de turno, se empeña en seguir gozando de una posición de privilegio en los espacios públicos, y en convertir a todos los ciudadanos en ovejas del redil, en seres dependientes, sumisos, envueltos en mitos y en milagros, sin capacidad para la reflexión y para la autonomía. La reflexión y la autonomía son precisamente los valores que sirven de eje a la enseñanza laica.

martes, 17 de marzo de 2015

CIUDADANOS: EL RECAMBIO DEL P.P.

La Oligarquía tiene claro el tremendo desgaste de los partidos turnistas del Régimen de Felipe VI. Tan claro como que PP / PSOE son peones instrumentales de usar y tirar. Para ella el fin siempre ha justificado los medios y sabe distinguir entre lo accesorio -quienes ocupan coyunturalmente la poltrona política- y lo importante: mantener el dominio de clase a toda costa.

Conocedora del hastío ciudadano ante el Bipartidismo y ¡ojo! también del rechazo a las demás organizaciones que han ejercido de puntales del Régimen aunque haya sido de forma esporádica, está abriendo vías nuevas para que todo siga igual.

No les gusta nada la opción Podemos pese a la rebaja ideológica que parecen manifestar sus últimas declaraciones de ambigüedad poco calculada. No tanto por el discurso sino  por la forma en que se cuestiona su autoridad si el imaginario colectivo acuña y populariza el término Casta.

Cuando el Poder intuye que una situación le perjudica intenta subvertirla al grito de “Lacayos tengo, ahora necesito esclavos que jueguen el papel de tío Tom y no sean cimarrones levantiscos”. Por ello ha puesto en marcha toda la maquinaría para que en España se conjure el peligro, siguiendo varias fases.

La primera consistía en romper el crecimiento de una opción potencialmente peligrosa: Podemos. Hizo de la mentira el centro de la estrategia. Le daba igual porque cuenta con la credulidad acrítica de importantes sectores sociales dispuestos a tragar con lo que les echen, -  aquellos que utilizan la excusa del "no podía hacer otra cosa" - si los medios de difusión ideológica estimulan el gen de la resignación.

Ahora está en la segunda que pasa por vender otra marca. Ahí entra en juego Ciudadanos, organización hasta ayer etérea y difusa a la que hoy venden como suave y peluda, casi de algodón. No habrá lupa ni ensañamiento contra sus dirigentes. Son espejo de los que mandan y sabe lo que encontrarán si enfocan bajo sus alfombras.

Parece que el partido del españolismo catalán y de Carlos el Yoyas no tiene pasado. Tampoco hay un especial interés de los “equipos de investigación periodísticos” para averiguar quiénes son, qué dicen o qué han hecho políticamente.

Fuera de su territorio nativo se nutre en su mayoría de “peperos” arrepentidos. Para el Poder es un chollo. Mientras ayuda al lavado de cara del Sistema, a la falsa regeneración, garantiza el aporte de “diputados de Orden” cuando la aritmética electoral lo demande.

Ciudadanos ya ha dicho que tras el 22M no apoyará en Andalucía a partidos con expresidentes imputados ¡Genial! Pero no dice ni mu sobre el apoyo a otros que pese a no tener “manolochaves o griñanes” si tienen a mansalva gurtelistas, barcenistas, trapisondistas y otros carteristas.

A Podemos se le exige todos los días que diga con quien pactará. A IU le suponen que tenderá si es necesaria su mano a Susana Díaz o Teresa Rodríguez. A "la alternativa viable y sensata" como se autodenomina en su web, una vez elevada a recambio del PP, no la molestan. Para eso la han creado de la nada y mimado como sucedáneo “por si acaso”. No van a poner en riesgo la inversión antes de que dé frutos.

Además los bisoños en la arena nacional ya han hecho méritos valorados debidamente por quien controla. Conmovedora prueba del algodón fue la de buscar una excusa baladí para salirse del parlamento catalán y evitar así condenar el Franquismo. Con desagradecidos que cuestionen el legado del abuelo no se transige ¡Qué más se les puede pedir!

Estamos ante otra ocasión de nuestra Historia en la que el Conservadurismo hispano muestra su lado posibilista y aplica rigurosamente la doctrina del mal menor para limitar daños. Al menos debemos agradecer que de momento no la acompaña el ruido de sables. Ventajas del furor europeísta que tan bien le ha venido para aplicar los dictados de la Troika y llenar los bolsillos con las privatizaciones y los rescates bancarios.

La Plutocracia financiera ha desechado a la histriónica Rosa Díez en favor de los chicos de Alberto Rivera que encima utilizan el naranja, color de las “revoluciones buenas”, las ultraliberales bendecidas y financiadas por Washington. El rojo da susto y el morado, aunque sea color de saya penitencial, también es feminista y republicano.

Con el Poder real económico nos pasa como con la anécdota que se atribuye al torero del XIX Mazzantini. Metido en Política desafió a un rival a un duelo y recibió la negativa de éste a aceptarlo: ”¿Por qué? preguntó -Porque si yo le mato, dirán que don Luis ha recibido su última cornada, y si usted me mata a mí, dirán que don Luis ha dado su última estocada. En ambos casos, yo llevo los cuernos, y no estoy dispuesto.” A este rival no debemos combatirlo con su propias armas pues acabaremos o cornudos o apaleados.

Como muestra basta ver como hace unos días un energúmeno increpó en un avión a Juan Carlos Monedero cuando volvía de una reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrada en Ginebra. Según informa El Plural, el diligente perro de presa es sobrino del extesorero del PP Alvaro Lapuerta, implicado en todos los chanchullos patrios. No es una anécdota. Ilustra perfectamente la prepotencia y chulería de quienes les lamen las botas a la Oligarquía. Se consideran por encima de tod@s y con derecho a todo. Por ello es más necesario que nunca utilizar nuestra mejor arma: la inteligencia colectiva cargada de razones y argumentos. A ladrar y embestir siempre nos ganan.

Abusa sin reparos de su control sobre una mayoría social a la que ha vendido durante siglos trajes inexistentes y para acallar sus gritos de ¡estamos desnudos!, ¡nos habéis dejado en pelotas! toca a rebato y convoca a sus mayorales, capataces y amantes del orden para que le ayuden a sujetar más fuerte las cadenas.

De los inferiores sólo quiere oír un “si bwana” no vaya a ser que cojamos la funesta manía de pensar. Si los teóricos representantes les llegan a las Instituciones enseñados y sumisos mucho mejor.

Y si de camino nos entretiene a los de la otra orilla con concursos de ombligos y purezas revolucionarias, jugada redonda. Así tendrá la certeza de imponerse en la batalla de las Ideas y poder gritarnos: “¡La Ciudadanía ha muerto. Viva CiUtadans/ CiUdadanos!”. No en balde el magma de intereses que mueve los hilos económicos de nuestro país es monárquico de pro.

sábado, 7 de marzo de 2015

DIOS EN EL BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO

El Gobierno ha tomado la decisión de llevar la enseñanza hacia los momentos más oscuros del nacionalcatolicismo. Mi razón y la religión son incompatibles. También la religión es incompatible con la libertad de pensamiento. Por ello quiero que quede constancia de mi opinión, sobre el tamaño despropósito de adoctrinamiento del Gobierno, siguiendo dictados de la conferencia episcopal.

Soy defensor de la separación real y efectiva de la iglesia con el Estado; que no haya vínculo alguno con ninguna religión, y menos aún con la que históricamente tanto daño ha hecho a los españoles. Según la Constitución «Ninguna confesión tendrá carácter estatal» (art. 16.3). No es decente que se obligue a nadie a asumir el creacionismo. Es una capillada ideológica y un insulto a la inteligencia. Quieren seguir catequizando y adoctrinando sobre la identidad del catolicismo y su ideario: dejad que los niños se acerquen...

El Gobierno del Partido Popular ha publicado los currículos de religión católica para las enseñanzas no universitarias. A través del BOE se decreta, por ejemplo, “la incapacidad de la persona de alcanzar la felicidad sin la ayuda de Dios”. Ahí es nada. Podemos medir la magnitud del disparate si recordamos que hace 203 años la Constitución de las Cortes de Cádiz afirmaban en su artículo 13: “El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen”. La Iglesia, con tal de hacer publicidad de lo suyo, condena a la infelicidad e intenta amargar la vida a los no creyentes, y deja sin una noble función a los gobiernos de la nación.

A partir de ahora, los estudiantes deberán «conocer y aceptar, los momentos históricos de conflicto entre la ciencia y la fe, sabiendo dar razones justificadas de la actuación de la iglesia». Tendrán que aceptar y justificar las aberraciones cometidas por la iglesia católica en sus enfrentamientos con la ciencia, «condenas a científicos y crímenes de la Inquisición».

La resolución se apoya en el desarrollo de la LOMCE del ministro Wert y en el Concordato negociado con el Vaticano a la salida de la dictadura franquista y antes de la Constitución, aunque se publicase el 3 de enero de 1979. Con ella el gobierno de un Estado teóricamente aconfesional ha asumido toda la doctrina de la Conferencia Episcopal sin pestañear. Como muestra del currículo van las siguientes “perlas”:

Se fijan como estándares de aprendizaje evaluables que el alumnado de 1º (6 años) tiene que “memorizar y reproducir fórmulas sencillas de petición y agradecimiento”, o en 2º de primaria que es capaz de “expresar, oral y gestualmente, de forma sencilla, la gratitud a Dios por su amistad”. Parece que es volver a los rezos en Primaria.

El currículum incide en el creacionismo, valorando que el alumnado de Bachillerato “reconozca con asombro y se esfuerce por comprender el origen divino del cosmos”, en contra de los modelos científicos explicados en el resto de los contenidos curriculares. Una cosa es que, a estas alturas, la iglesia acepte la evolución de las especies; pero eso nada tiene que ver con el origen mítico del universo y de la vida. Vamos, que si el alumno quisiera ser coherente debería de elegir entre aprobar Religión o Ciencias.

Los estudiantes deben “conocer y aceptar con respeto los momentos históricos de conflicto entre la ciencia y la fe, sabiendo dar razones justificadas de la actuación de la Iglesia”. ¿No será para justificar la quema en la hoguera de Giordano Bruno? Tengo curiosidad de saber cómo se va a informar con rigor y respeto del proceso a Galileo Galilei.

Hay que decir que el control de la iglesia católica es total sobre lo que se imparte y cómo se evalúa. Para justificar esta visión tan retrógrada no vale argumentar que no se obliga al alumnado a aceptar la asignatura de religión. Porque sí que se obliga a todos los centros públicos a ofertarla y son las familias las que deciden si sus hijos la cursan por ser menores de edad.

La asignatura de religión, que se imparte sin fijar un número mínimo de alumnado, restará del orden de 70 horas de materias troncales u optativas en función de lo que decidan las CCAA. También condiciona la organización escolar en los centros, ya que obliga a impartir otras asignaturas alternativas devaluadas o la de Valores Cívicos, con lo que se educa en dos éticas distintas. Y se vuelve a dar de nuevo valor a la asignatura de religión como evaluable y servirá para la nota media y obtener una beca.

En suma, se refuerza la finalidad catequista o de adoctrinamiento de menores con la complicidad del Estado, usando medios y espacios públicos para ello. Tiene narices que lo apruebe aquel Gobierno que ha eliminado la asignatura de Educación para la Ciudadanía con el argumento de que provocaba “adoctrinamiento ideológico”. Sindicatos del profesorado han denunciado que este currículum exacerba la confesionalidad y se usa como catequesis para evangelizar de forma ilegítima al alumnado con contenidos que no tienen nada de científicos. Como dice el teólogo Juan José Tamayo, “los contenidos son en su totalidad catequético con tendencia al fundamentalismo. El pensamiento que se transmite es androcéntrico; el lenguaje, patriarcal; la concepción del cristianismo, mítica; el planteamiento de la fe, dogmático; la exposición, anacrónica”.

La escuela pública no puede considerarse como tal sin garantizar el respeto hacia todos los ciudadanos. Ello supone buscar lo común a todas las personas en función de los valores que consagran los derechos humanos y exige que todo aquello que nos separa a unos de otros quede fuera de la escuela pública. Como decía Marta Mata, pedagoga y cristiana, “laico es lo que corresponde al terreno de lo humano, no de lo divino”. Para ella laicismo y democracia eran sinónimos. Las familias tienen derecho a que sus hijos reciban la educación religiosa o moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. Pero nada obliga a que dicho derecho deba insertarse en la educación formal y dentro del horario escolar. Debería desarrollarse en el ámbito no formal, por pertenecer al ámbito privado de la familia y por su decisión personal de relacionarse con determinados colectivos y asumir sus postulados. Los dogmas no deberían tener cabida en las aulas de un país realmente aconfesional.

Estos son otros de los despropósitos que aparecen como oficiales en el boletín del Gobierno: «El ser humano pretende apropiarse del don de dios prescindiendo de él. En esto consiste el pecado. Este rechazo de dios tiene como consecuencia en el ser humano la imposibilidad de ser feliz». Lo hemos leído en el BOE y nuestros hijos y nietos lo tendrán que estudiar al ser letra de ley (resoluciones 1849 y 1850 de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial del Ministerio de Educación). El alumnado debe asumir y «comprender el origen divino del cosmos» y que éste «no proviene del caos o el azar». No dicen verdad: el cosmos no viene del caos, porque el caos viene del Gobierno, que está llevando a la ciudadanía a la más miserable de las existencias, con religión católica incorporada y en guerra contra el Islam.

El currículo de religión, plantea diferentes objetivos a alcanzar por el alumno, mediante las siguientes preguntas: «Expresa con palabras propias el asombro por lo que dios hace; Enumera los cuidados que recibes como don de dios; Memoriza y reproduce fórmulas sencillas de petición y agradecimiento; Asocia las características de la familia de la iglesia con las de tu propia familia; Expresa la gratitud a dios por su amistad; Relaciona la unidad de la Iglesia con la unidad de los órganos de tu cuerpo; Recopila y pon en común con tus compañeros oraciones que la comunidad cristiana utiliza cotidianamente; Localiza y justifica tres acontecimientos de la historia en los que la iglesia ha defendido la verdad del ser humano; Reconoce con asombro el origen divino del cosmos y distingue que no proviene del caos o el azar; Identifica la influencia de la iglesia en la organización social y la vida laboral; Comprende y respeta el significado bíblico de la afirmación ‘hombre y mujer los creó».

No podemos dejar en manos de esta gente la educación de la infancia ni de nadie. Han demostrado en la historia cuales son sus valores. Fueron jueces y verdugos en la Inquisición y cómplices con los crímenes del franquismo; protectores de maltratadores machistas; y siguen ocultando a sus curas pederastas, que surgen como gusanos en la podredumbre. Siempre al lado del poder político y contra los débiles y humildes, para someterlos aquí en la Tierra, porque el cielo que prometen no existe. Esta organización religiosa no obtendría el perdón del dios al que dicen representar. Nos quieren mansos y desbravados de ideas revolucionarias. Los ateos somos laicos por demócratas, anticlericales por sus obras, seculares y agresivos por defender la libertad y la razón.

Soy ateo como expresión del reconocimiento a la razón y a la libertad de conciencia. La religión no puede convertirse en creencia probada y verdad inamovible, como pretende el Gobierno. La fe religiosa, es a fin de cuentas, el acto de dejar de razonar. El Sistema educativo, debe pretender precisamente lo contrario. Como el Sistema está sustentado por todos, a todos debe servir y no ser sectario como lo han convertido.

La oposición democrática, tiene que presentar un recurso de inconstitucionalidad contra el currículo de la asignatura obligatoria de religión. Hay que boicotear la religión, como piden las asociaciones de padres de alumnos de Catalunya; que ninguna simbología religiosa tenga presencia institucional en los centros escolares; que con dinero público no se financie el adoctrinamiento religioso. Definitivamente hay que derogar los Acuerdos con la Santa Sede de 1979, que permiten que los gobiernos de turno, aprueben atropellos fundamentalistas, que atentan contra la libertad ideológica, religiosa y de culto; así como contra el derecho a la libre expresión y al desarrollo de la personalidad.


       El Gobierno ha dado un paso más hacia la división de la sociedad española, al ejecutar públicamente al laicismo. No tienen hogueras para quemar ateos, pero queman todo lo que tocan. El nacionalcatolicismo, resucitado al tercer año «triunfal» del Gobierno Rajoy, se ha hecho carne y la desvergüenza habita en los miembros del Gobierno radical, neoliberal, católico opusdeiano franquista y reaccionario, que nos lleva, no por el camino de la salvación, sino por el de la miseria total.

lunes, 2 de marzo de 2015

AL PP “AUN LE QUEDA MUCHO POR HACER”

"La verdadera medida de cualquier sociedad reside en cómo trata a sus miembros más vulnerables"

(Mahatma Ghandi)


        
        Pues sí, es completamente cierto, a la gente del PP le queda todavía mucho por hacer para alcanzar la sociedad que ellos quieren, aunque están en el buen camino. Viene esto a cuento de lo que repitió Rajoy como un mantra durante su intervención en el Debate de la Nación del pasado lunes, y de un vídeo promocional de su próxima campaña electoral, que han colgado en su web, y en el sitio http://aunquedamuchoporhacer.es/, donde algunos de sus dirigentes charlan apaciblemente en un salón, tomando un cafetito, sobre los logros y virtudes de su Gobierno, para intentar convencernos de que estamos en la buena dirección, pero que debemos seguir votándoles a ellos, porque "aún queda mucho por hacer".

Bien, pues vamos a comprobar efectivamente cómo les queda bastante por hacer, contemplando la línea evolutiva hacia la que va derivando su gobierno. Les queda por ejemplo continuar disminuyendo los fondos a la Cooperación y al Desarrollo de terceros países, contribuyendo más a su podredumbre social y cultural, a la vez que les impiden su entrada en la Unión Europea, cuando intentan saltar unas vallas repletas de cuchillas, o los expulsan en caliente (algo declarado ilegal por el propio Comisario de Derechos Humanos de la UE).

Les queda aún por desarrollar y aprobar, también en el contexto europeo, el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la UE, cuya aprobación está prevista para este mismo año 2015, lo que resultará en un mayor atropello si cabe a la soberanía de los Estados miembros y a la democracia, y supondrá la consolidación del poderío y de la hegemonía empresarial, manifestada en los campos sanitario, alimentario, de propiedad intelectual, farmacéutico, medioambiental, energético, etc., previendo además la existencia de Tribunales pensados para que las empresas puedan denunciar a los Estados si entienden que con sus normativas y leyes están atacando la posibilidad de incrementar sus beneficios. 
          
Les queda continuar en la campaña de acoso y derribo contra Rusia, a través de la fascista instrumentalización de Ucrania, tapadera que está sirviendo únicamente para la expansión de la OTAN a escala global.
    
A nivel interno, les queda continuar en su acoso y derribo a los servicios públicos, a la independencia de los medios informativos públicos, todavía les quedan sectores que pueden privatizar, les quedan precios y tasas públicas que imponer a muchos servicios, les queda continuar desmantelando el Estado del Bienestar (bajo el falaz pretexto de que son insostenibles), haciendo inviable la Ayuda a la Dependencia, inaccesible la Educación Pública y la Universidad a los estudiantes, y recortando instalaciones, hospitales y profesionales en la Sanidad Pública.

Les quedan todavía muchos profesores que despedir, muchos sanitarios que jubilar, muchos enfermos y dependientes a los que dejar en la estacada, abandonados a su suerte, les quedan muchos empleos fijos y estables que destruir, les quedan muchos empleos precarios por crear, todavía pueden "subir" un poquito menos las pensiones, o el Salario Mínimo Interprofesional, haciéndolo todavía más ridículo e indecente.

Todavía les quedan muchos desahucios por practicar, y aún les queda mucha "movilidad exterior" que fomentar, causando que cientos de miles más de jóvenes sean expulsados de nuestro país, buscando salidas laborales y profesionales en el extranjero. Les queda todavía continuar aumentando los presupuestos ocultos del Ministerio de Defensa, para seguir adquiriendo planes de armamento, aumentando también la deuda.

Les queda continuar fomentando las grandes obras públicas, el fomento de grandes negocios para las grandes empresas de sus amigos del IBEX-35, para luego presumir de que somos líderes en kilómetros de vías de alta velocidad. También somos líderes en energías limpias y renovables, pero como eso no les interesa, hostigan a las empresas que se dedican a promover un nuevo modelo energético, en aras a desmontar el chiringuito del oligopolio eléctrico en nuestro país, donde ellos se alinean con los más fuertes, que son los que se encargarán de darles buenos puestos como Consejeros en cuanto dejen la política.

Les queda conseguir que la deuda pública rebase el 100% del PIB, y que el pago de los intereses de la misma alcancen una suma tan importante, que quede absolutamente justificado el recorte a todos los servicios públicos básicos, así como la intervención de todos los Ayuntamientos y Autonomías, cuyos presupuestos quedarán controlados por el Ministerio de Hacienda de Montoro.

Les queda seguir subiendo los impuestos, aunque ellos lancen engañosas campañas propagandísticas diciendo que los bajan, mediante reformas fiscales disfrazadas de progresistas, cuando en realidad continúan beneficiando a los que más tienen y más ganan. Les queda aún llegar a un nivel de represión ciudadana que ellos consideren adecuado, generalizando las exageradas multas y sanciones administrativas para todos aquéllos que osen protestar o movilizarse en la vía pública, más si cabe cuando lo hagan en forma de escrache a cargos públicos, o delante de las Instituciones. Y además, bajo la excusa de garantizar la seguridad y luchar contra el terrorismo, les queda todavía rebajar aún más el listón de nuestros derechos fundamentales y nuestras libertades públicas.

Les queda continuar desmantelando la Cultura en nuestro país, impidiendo el acceso popular a la misma, y provocando que tengan que cerrar empresas y servicios culturales que se vuelven inviables con la política cultural de este Gobierno. Así mismo, también les queda mucho por hacer en la Ciencia, la Investigación y el Desarrollo, para conseguir alcanzar su objetivo final de destruir todas las Instituciones públicas que se dedicaban a este sector, y que daban trabajo a miles de profesionales, cuyos proyectos han tenido que ser abandonados.

Les queda aún mucho por hacer en el empleo, favoreciendo los ERE's masivos de las grandes empresas, para viabilizar el despido de miles de trabajadores con puestos estables y seguros, e irlos sustituyendo progresivamente por empleos basura, empleos temporales y precarios, inseguros e inestables, con indignos sueldos e indecentes condiciones laborales, que impiden desarrollar un proyecto de vida. Les queda consumar su objetivo de que nos parezca normal vivir en la miseria, de que asumamos que tenemos que vivir en la pobreza y en la indigencia, en la exclusión social, mientras ellos y sus amiguitos los grandes empresarios continúan forrándose a costa de la "salida" de la crisis.

Y en este sentido, aún les quedan muchos montes que privatizar, muchas playas que destruir, muchos subsidios que abaratar o imposibilitar, mucha gente a la que desahuciar, mucha destrucción medioambiental que provocar, mucha contaminación a la que contribuir, muchos negocios insostenibles a los que fomentar, mucho cambio climático que ignorar, muchos enfermos a los que matar, muchos dependientes a los que abandonar, muchos empleados a los que parar, mucho adoctrinamiento religioso que garantizar, muchos profesionales a los que despedir, muchas comisiones ilegales que cobrar, muchos jueces a los que echar, muchos estudiantes a los que impedir estudiar, muchos servicios públicos que desmontar, mucha corrupción que esconder, mucha desigualdad que provocar, mucha involución democrática que conseguir.

Todo eso es lo que les queda, y así, a fuerza de ir caminando en esa dirección, en la "buena" dirección según ellos, alcanzarán poco a poco (es algo que no se consigue sólo en una legislatura) el modelo de sociedad que desean. Así que, si nos gusta este modelo, ya sabemos que tenemos que votar al Partido Popular en las varias citas electorales de este año, porque "aún les queda mucho por hacer". Y es absolutamente cierto.