miércoles, 2 de enero de 2013

MENTIRAS Y FALACIAS SOBRE EL "RESCATE" A ESPAÑA (I)


 
             El rescate o la supuesta ‘ayuda’ a España, no es una ayuda, son unas cadenas, una soga al cuello… que tienen como primer objetivo poner como avalista al Estado español y sus ciudadanos, de las deudas privadas – de bancos, grandes empresas y fortunas – procedentes de operaciones especulativas.

            Las reformas estructurales – que publicitan – como ‘necesarias’ para fomentar el crecimiento no son nuevas – llevan aplicándose desde hace más de 30 años – y, simplemente, suponen llevar al extremo el actual modelo de desigualdad y corrupción que nos ha conducido a esta crisis.

            Estas reformas no tienen como fin la salida de la crisis, sino que, tienen como segundo objetivo privatizar y acaparar por parte de una minoría los recursos y bienes de todos. Su aplicación ha aumentando extraordinariamente las desigualdades sociales, la pobreza, la especulación financiera, etc.

            Cuando llegó Margaret Thatcher al poder en el Reino Unido, en 1979, el 1% más rico tenía el 6% de los ingresos, en la actualidad tras las reformas ‘estructurales’ neoliberales acapara el 50% de los ingresos. Además, la pobreza se disparó del 9% en 1979 al 24% de la población cuando abandonó el poder en 1990.

            Por ejemplo, en España unas 1.400 personas controlan unos recursos económicos que equivalen al 80,5% de la producción nacional. A nivel global el 1% de la población posee el 43% de la riqueza y el 10%, el 83%.

            Los supuestos ‘planes de ayuda’ o reformas estructurales han arruinando a millones de personas y a decenas de países que un día fueron soberanos y autosuficientes: México, Venezuela, Brasil, Argentina, Corea, Indonesia, Rusia, Tailandia, Etiopía, Somalia, etc. Y, ahora, pretenden hacer lo mismo con España, Grecia, Portugal…

            Este es el tercer objetivo de los mal llamados ‘planes de ayuda’: someter, dominar y hacer dependientes a poblaciones y Estados soberanos, que eran independientes, por medio de los intereses de una ‘deuda ilegitima’ creada por la conjunción de los intereses privados de las élites dominantes.

            Las supuestas ayudas y reformas – aplicadas con coacciones y amenazas – que prometían el crecimiento han hecho a los países pobres de África infinitamente más desdichados y sumamente endeudados: desde los años 80 a la actualidad la deuda ha pasado de 60 billones a 250 billones.
 
            La liberalización comercial y las privatizaciones – que han destruido las economías de los países en desarrollo – son de tal injusticia y asimetría que transfieren cada año de estos países pobres a los ricos 150 billones de dólares.

            La retórica de buena voluntad y ayuda desde el norte rico se convierte en una realidad de dependencia y exacción a los países pobres. Las ayudas públicas al desarrollo, en 2003, suponían 54.000 millones de euros, pero durante ese mismo año los países pobres entregaron a los bancos de norte rico en intereses de la deuda 436.000 millones.

            La crisis española no se ha debido al exceso de endeudamiento público, sino al exceso de endeudamiento privado. Cuando estalló la crisis la deuda pública era el 16% de la deuda total, ahora, equivale al 19,1% y, está creciendo al mismo ritmo que se  socializan las perdidas privadas.

            La crisis se debe al estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera – es decir, a la especulación de bancos y fondos de inversión –, que los expertos que, ahora, nos ordenan realizar los recortes dijeron que no existía. Y, está especulación ha tenido como principales precursores a agentes privados que poseen el 80,9% de la deuda total española.

            En primer lugar, el rescate es innecesario. Los bancos poseen 700.000 millones de euros de accionistas – los propietarios de los bancos – e inversores que deben ser utilizados para la liquidación de las deudas de estas entidades inviables, al mismo tiempo que protegemos los depósitos de los clientes.

            Por tanto, los Gobiernos e Instituciones europeas están utilizando el dinero público y sacrificando seres humanos para salvar el dinero y los intereses de estos individuos y entidades muy poderosas.

            El problema de la deuda es, por tanto, una cuestión de poder. Mientras, las Comunidades Autónomas, siendo responsables de prestar los servicios básicos: educación, sanidad, atención a ancianos y dependientes, etc.,   deben 143.000 millones, mientras que solamente, las 28 grandes empresas no financieras del IBEX – la bolsa de Madrid – deben 604.000 millones destinados a la especulación, la expansión y las ansias de poder de sus directivos. Por esta razón estas empresas piden constantemente que España acepte el rescate, porque si no están abocadas a la quiebra.
 
 

            Si se acusa a las CCAA de estar mal gestionadas y tener un gasto excesivo – cuando su endeudamiento no llega al 13% del PIB – que podemos decir de unas grandes empresas con un endeudamiento casi 6 veces superior y que supera en muchos casos el 100% – en algunos casos el 500% – de sus recursos propios.      Entre grandes empresas privadas y bancos – éstos deben 1,2 billones – deben más de 1.8 billones de euros. Estas grandes empresas y bancos no tienen problemas para financiarse a tipos de interés muy ventajosos. A pesar de tener una deuda insostenible y unos recursos propios insuficientes.

            De la deuda privada solo un 25,5% pertenece a las familias, el resto – el 74,5% – de la deuda pertenece al reducido grupo anteriormente mencionado, que absorbe la mayoría del crédito en España: bancos, grandes empresas y fortunas. ¿Quién ha vivido entonces por encima de sus posibilidades?

            Como decíamos el problema de la deuda es una cuestión de poder: el 95% de la deuda empresarial pertenece a las grandes empresas, que son financiadas favorablemente por los bancos. Por tanto, nos encontramos con que más del 60% de la deuda pertenece a un reducido grupo de intocables que forma parte de: los ‘mercados’.

            No es inocente, que las pequeñas y medianas empresas mejor gestionadas y menos endeudadas no reciban financiación o ésta se origine a precios usureros; simplemente ocurre que el dinero que reciben los bancos (del BCE al 1%) va a tapar sus agujeros, o los de las grandes empresas a ellos vinculadas, o a la especulación comprando deuda soberana al 6 ó 7%.

            Cuando los poderosos mediante sus medios de comunicación, expertos, estudios financieros, universidades, escuelas de negocios, fundaciones, organizaciones, etc. nos hacen sentir culpables diciendo que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades es importante que sepamos que el 40% de la deuda es responsabilidad y pertenece al 10% más rico de la población; que del 20% más rico de la población casi el 70% tiene deudas, frente al 20% más pobre, de los que solo un 16,7% tienen deudas. Que las deudas no tiene la misma finalidad, pues, unas han sido para especular con bienes inmobiliarios – personas con 6 o 20 propiedades inmobiliarias – y financieros y, otras, para adquirir un ‘techo’ y bienes básicos.

            Desde los países ricos se fomenta interesadamente una imagen irresponsable de las poblaciones de los países del sur más pobre. Pero, son estos países ricos quienes han colocado a los banqueros responsables de la crisis financiera en los puestos de mando europeos: Draghi – presidente del BCE, fue el responsable de falsificar las cuentas de Grecia desde Goldman Sachs –, Lucas Papademos, Mario Monti, Pedro Solbes, Luís de Guindos y, un largo etcétera.

            La lista de bancos del norte rico que se han dedicado a la especulación financiera con todos los bienes y en todos los mercados posibles y han tenido que ser rescatados de la quiebra es abundante: Union Bank of Switzerland (UBS), Leaseplan, NIBC, Aegon, SNS, Bayern LB, Dexia, Fortis ABN Amro, Hypo Real Estate, ING National Group, JSC Parex Banka, KBC, Landesbank Baden-Württemberg, Lloyds TSB, Northern Rock Bradford & Bingley, Roskilde Bank, Royal Bank of Scotland, Landes-Hypothekenbank Steiermark,Commerzbank, Natixis. BNP Paribas, Deutsche Bank. Barclays, etc. etc. etc. No están todos y faltan cientos de bancos estadounidenses.

            Alemania ha tenido que rescatar con 340.000 millones a sus bancos en quiebra por estar empantanados en las hipotecas basura de EEUU y, ahora, esos mismos bancos están empantanados en las hipotecas basura españolas y los mercados de derivados financieros. Parece que, la responsabilidad de la clase financiera y política alemana brilla por su ausencia.

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